Autocuidado, que bien queda decirlo y que poco lo llevamos a cabo, ¿verdad? Actualmente, estamos enfrentándonos a una situación novedosa que nos está haciendo replantearnos hábitos, valores e ideas. Aprender a vivir en estas circunstancias requiere de una adaptación progresiva y, sobre todo, de un autocuidado. Es el momento de incluirlo en tu día, por ello, en este post veremos cómo llevar a cabo el autocuidado para que te sientas mejor contigo mismo/a.
¿Qué es el autocuidado?
Este palabro, simplemente, significa apreciarse y aceptarse a uno/a mismo/a de manera saludable. Esto requiere que nos tratemos con respeto, cariño y potenciar nuestro bienestar y crecimiento personal. En definitiva, escucharte, cuidarte y prestar atención a tus necesidades.
Esto no quiere decir que olvides a los que te rodean, es más, por supuesto que les tendrás en cuenta pero también te tendrás en cuenta a ti y te perdonarás cuando te equivoques, somos humanos.
Ni tampoco significa que pensemos que somos perfectos/as, por supuesto que no, somos imperfectos/as y tenemos un gran valor con nuestras imperfecciones.
¿Por qué es importante el autocuidado?
Todas las relaciones sanas se basan en el respeto y el cariño, ¿verdad? y ¿por qué iba a ser diferente con la relación contigo/a mismo/a? Sin este autocuidado, somos más susceptibles de caer en patrones relacionales codependientes, en los cuales sólo te centras en las necesidades de los demás y que puedan llegar al maltrato. Quiérete para poder querer.
¿Por dónde empezar?
Esto no es tarea fácil, requiere de una progresión. No obstante, te animo a que valores cada paso que des. ¿Preparado/a?
1) Resérvate 5 minutos al día para dialogar contigo: te recomiendo que lo hagas a última hora del día. Coge un papel, divide la hoja en cuatro y cada día escribe lo que has disfrutado ese día, lo que has aprendido y lo que estás valorando.
2) Haz algo que te guste: todos partimos con 86,400 segundos al día y depende de ti en qué los dedicas. Si te gusta pintar, meditar, escribir, salir al balcón a observar el paisaje, hacer ejercicio, leer… organiza tu día con los miembros de la familia para que cada uno tenga su momento.
3) Focaliza la atención en tu salud: estar sanos es un regalo y es un tema delicado actualmente. No obstante, pienso que es esencial que lo recordemos. Tener unos hábitos saludables es otro pasito más hacia el autocuidado, por ejemplo, dormir 7/8 horas, comer de manera equilibrada y hacer un poco de ejercicio físico cada día contribuye a tu bienestar físico y emocional.
Si te cuesta dormir, este post te interesa.
4) Baja el ritmo: no te presiones, no quieras ser súper productivo/a. Haz cosas que sean significativas para ti, no hacer nada también es válido. Ser consciente del significado y el valor que tienen las tareas que hacemos es importante para nuestro crecimiento personal. Quita el piloto automático y piensa.
Estamos viviendo una situación que requiere más que nunca que nos cuidemos. Es necesaria la práctica y el compromiso con uno/a mismo/a. Respétate, escúchate y acéptate.
La curiosa paradoja es que cuando me acepto exactamente como soy, entonces puedo cambiar, Carl Rogers.
Andrea Martínez Pellicer
Agradecimientos a Agustina Guerrero por esta imagen, porque si, la aceptación de uno/a mismo/a no viene sola, la tenemos que buscar nosotros/as.