Que no cunda el pánico, ante tantas noticias sobre el contagio del COVID-19 al escucharlo se nos eriza la piel. No, aquí hablamos de contagiar emociones, suena extraño ¿verdad? Viajemos en el tiempo, recuerda aquella vez que comenzaste a reír y los que te acompañaban comenzaron a carcajear, ¿te ha pasado? A mi sí, eso es lo que denominamos contagio emocional. En el artículo de hoy veremos en qué consiste y cómo potenciarlo a nuestro favor.
Las emociones se contagian
Aunque las emociones no se vean, se sienten, se perciben y lo hacen a través de los túneles de nuestro cerebro. Situaciones tan banales como el saludo del panadero, de nuestra pareja o cliente puede hacernos sentir enfadados, valorados o sorprendidos.
El contagio emocional es un proceso automático, inconsciente y que ocurre más de lo esperado, en consecuencia a las señales emitidas por las personas que nos rodean.
Hace millones de años, para nuestra supervivencia, aprendimos a transmitir las emociones para actuar en sincronía. Para que no nos excluyeran los demás debíamos imitarlo y esto ha dejado huella con los años en nuestro cerebro. Basta con que nuestro amigo/a, pareja, familiar exprese una emoción para que en nosotros se evoque la misma.
¿Cómo se contagian las emociones?
Las protagonistas de este proceso son las neuronas espejo. Según Daniel Goleman, estas neuronas funcionan como un «wifi neuronal» para que podamos conectar con el prójimo. Ellas son las culpables de que lloremos en algunas películas o bostecemos cuando vemos a nuestra pareja hacerlo.
También son las responsables de que se manifieste la empatía (es la capacidad de ponerse en el lugar del otro).
¿Cómo potenciar las emociones más útiles y limitar las más perjudiciales?
Dado que las emociones nos acompañan en nuestro día a día, conviene que las cuidemos ya que pueden resultar perjudiciales .
¿Qué mejor opción que ser nosotros los que contagiemos emociones positivas? Para ello, debes ser consciente de lo que estás sintiendo y qué contagias a los demás.
1. Exagera los activadores de la buena onda haciendo deporte, manteniendo contactos sociales o realizando actividades que te resulten placenteras.
2. Recuerda limitar lo que te quita energía como las rumiaciones, las críticas o los deberías.
3. Céntrate en lo que haces bien.
4. No contamines a los demás cuando te sientas enfadado/a.
¿Quieres aprender a gestionar mejor tu alegría?
El contagio emocional es inevitable así que reparte emociones positivas, son gratis. Contagia la risa, el buen humor y el positivismo.
La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir, Maya Angelou.
Andrea Martínez Pellicer
Agradecimientos a 72kilos, tal y como lo refleja en esta imagen, regala sonrisas para iluminar el día.